Desde mi experiencia, siento muchísimo que con todos los avances de la medicina no se haya inventado una alternativa a la Epidural. Siento que la situación actual es el todo o nada: o te metes en el parto y lo vives en su magnitud o te pones la epidural y si funciona bien, te desconectas del parto. La epidural puede ser útil en algunos casos, pero normalmente es el primer paso de una cadena de intervenciones que puede durar varios días en el posparto.
Te voy a pedir que por unos segundos cierres los ojos y no pienses en un limón. ¿No se puede? pues lo mismo pasa con el el parto, si vas pensando que no quieres la epidural o que aguantarás lo más posible sin ella, lo más probable es que cuando llegues al límite de lo que tu consciencia puede tolerar, la pidas. Y la tendrás, nadie te detendrá, porque es tu derecho.
Te sugiero una preparación en la confianza en tu cuerpo, en saber que tu cuerpo está preparado para parir, en la apertura de tomar el parto como viene y dejarte sorprender por esta maravillosa experiencia que culmina con el nacimiento de tu hijo.
Ximena Silva, Nacer